Ahora que el 'Black Friday' ha quedado atrás y que la Navidad está a la vuelta de la esquina, encontrar cualquier tipo de descuento podría parecernos una quimera, pero Logroño Deporte quiere hacer tu práctica deportiva más llevadera en lo económico.
Y no sólo en esta época sino durante todo el año. Por ello, además de ofrecerte multitud de actividades e instalaciones, ahora también ha acordado una serie de ofertas con empresas de la capital riojana.
El programa lleva funcionando varios meses y quien lo ha probado, repite. Basta con ser titular de la tarjeta de abonado de Logroño Deporte para acceder a descuentos (en su mayoría superan el 10%) en multitud de establecimientos relacionados con la salud y el deporte. ¿Necesitas una clínica dental? ¿Quieres hacer una revisión de tu dieta? ¿Crees que tu vista no termina de ir muy allá? Quizás lo que te hacen falta son unas zapatillas nuevas...
'Tiempo de descuento' intenta aumentar la ″oferta″ de servicios de Logroño Deporte, apoyándose para ello en el tejido comercial de la ciudad. El objetivo es que tu experiencia con la práctica deportiva se abarate con servicios externos que la propia entidad municipal no puede dar por su propia naturaleza y objeto social.
Los descuentos y las ofertas aparecen en la página web de Logroño Deporte para que así el usuario los pueda conocer de antemano, donde se describen los servicios, proporcionando además un vínculo a la web del establecimiento para ampliar la información.
Asimismo, a los abonados se les informará de manera puntual, a través de los diferentes canales de comunicación con los que cuenta Logroño Deporte (newsletter, página web…) de los cambios, nuevas ofertas o promociones, descuentos especiales en días concretos, etc. Las entidades adheridas propondrán dichas ofertas libremente, siendo siempre algo significativo.
Javier Merino ha destacado que este evento pretende favorecer la inclusión social de las personas con problemas de salud mental y su deseo de que Logroño se convierta en una ciudad sin estigma, apostando por el deporte como instrumento perfecto para lograr ese objetivo.
La sala de prensa de Logroño Deporte ha acogido una vez más la presentación del “Desafío por la Integración” y que en este 2017 alcanza ya su quinta edición. Un torneo de fútbol sala de carácter amistoso y que se disputará este próximo domingo 19 de noviembre en el Polideportivo Municipal Bretón de los Herreros sito en la calle Villamediana nº 30. Bajo el patrocinio de Logroño Deporte y la organización de la Asociación Salud Mental La Rioja (ARFES), ocho equipos pugnarán por el título y por consolidar a Logroño como una ciudad sin estigma.
Javier Merino, concejal de Alcaldía, Deportes y Jóvenes y presidente de Logroño Deporte, ha sido el encargado de dar a conocer los pormenores de la cita deportiva junto a Ernesto Ortiz, Director Técnico Centros de Atención Diurna y responsable del área deportiva de ARFES y a Faustino Rodríguez, como representante del Comité de fútbol sala de la Federación Riojana de Fútbol. “Tanto el Ayuntamiento de Logroño como Logroño Deporte se enorgullece de seguir colaborando con este torneo de fútbol sala, que continúa consolidándose año tras año dentro del calendario deportivo de la ciudad. Siendo además conscientes de que apoyando y participando en iniciativas como la que hoy presentamos, por encima de lo meramente deportivo, se encuentra una importante campaña de sensibilización social, de integración y de normalización de la imagen de las personas con problemas de salud mental”, ha destacado Javier Merino.
El concejal también ha querido resaltar el lema que acompaña a esta nueva edición: “Logroño una ciudad sin estigma, preciosa consigna que nos gustaría que se consolidase como marca indeleble de la capital riojana, como una ciudad abierta, solidaria, sensible socialmente e integradora para todo el mundo y en especial para todas las personas afectadas por una enfermedad mental, por todo ello seguiremos apostando por el deporte como un instrumento perfecto para lograr dicho objetivo”.
Ocho equipos aspirantes al título
Un total de 8 equipos buscarán alzarse con el título: Ayuntamiento de Logroño-Logroño Deporte, Policial Local de Logroño, Universidad de La Rioja, Veteranos del Club Deportivo Logroñés, Federación Riojana de Fútbol, Asociación de la Prensa, Gobierno de La Rioja y los anfitriones del Club Arfes Rioja, único equipo integrado por deportistas con problemas de salud mental. La cita dará comienzo a partir de las 9:30 de la mañana, la entrada al recinto será gratuita, y el torneo se desarrollara por el sistema de eliminación directa, estructurado a lo largo de tres rondas, la primera de ellas clasificatoria, posteriormente las semifinales de ambas categorías y para concluir, la final de consolación y la gran final.
Una quinta edición del torneo Desafío por la integración y que será de nuevo una cita ineludible en el ánimo de favorecer la práctica de deporte inclusivo, a la cual está invitada toda la sociedad riojana, y que servirá, sin lugar a dudas, para romper barreras y falsos mitos, abrir mentes y cerrar estigmas, aún muchos vinculados a las personas con problemas de salud mental.
Desde ARFES se pretende que este evento, alineado con el cumplimiento de su misión asociativa, represente una importante campaña de sensibilización social, inclusión y normalización de la imagen de las personas con problemas de salud mental, en orden a derribar entre todos los muros invisibles del estigma social.
Primera Ronda: Partidos Clasificatorios
Los cuatro emparejamientos correspondientes a la primera ronda han sido determinados mediante sorteo. Los equipos que resulten vencedores se clasificarán para jugar la fase final del campeonato, mientras que los equipos que no consigan la victoria seguirán compitiendo, pero en la fase de consolación. En caso de finalizar el partido en empate cada uno de los contrincantes lanzará tres penaltis.
Segunda Ronda: Semifinales
En la segunda ronda se disputarán las semifinales tanto de la fase final como de la fase de consolación. Mencionar que en este punto del cuadro de competición los equipos que no logren alzarse con el triunfo quedarán apeados del torneo, estableciéndose el 3º o 4º puesto en base a los siguientes criterios: Diferencia total de goles producida durante las dos primeras rondas; equipo con más goles a favor y equipo con menos faltas cometidas en la fase clasificatoria.
Tercera Ronda Deportiva: Finales
Los conjuntos que superen sus correspondientes semifinales accederán a esta tercera y última ronda donde se disputarán las finales de ambas categorías. Este torneo se regirá por la Reglamentación específica de Fútbol Sala, editada por la Real Federación Española de Fútbol, a excepción de la duración de los encuentros, los cuales, por cuestiones meramente organizativas, tendrán una duración de 20 minutos a tiempo corrido.
SALUD MENTAL LA RIOJA – ARFES
La asociación SALUD MENTAL LA RIOJA, anteriormente denominada Asociación Riojana de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES – ARFES PRO SALUD MENTAL), es una entidad sin ánimo de lucro, declarada de utilidad pública que desde hace casi 35 años representa y atiende a las personas con problemas de salud mental y sus familias en La Rioja, con la misión de mejorar su calidad de vida y defender sus derechos universales, fomentando y promoviendo recursos e iniciativas que contribuyan a la INCLUSIÓN y rehabilitación psicosocial, educativa y laboral del colectivo, abogando por un modelo de ATENCIÓN INTEGRAL COMUNITARIA en salud mental y de LUCHA CONTRA EL ESTIGMA.
La Asociación está integrada por más de 900 socios y desde todos sus centros, servicios y programas atienden a 500 personas con enfermedad mental, además de a sus familiares y/o cuidadores.
El Consejo de Administración de Logroño Deporte, SA, tras su reunión de esta mañana ha decidido aprobar el presupuesto de esta entidad para el ejercicio 2018 con un importe total de 10.268.080 euros, que se divide en 10.075.080 € en concepto de gasto corriente y 193.000 € para el capítulo de inversiones.
Una decisión para la aprobación tanto de de los estados de previsión de ingresos y gastos, así como de los programas de actuación, inversión y financiación para este próximo 2018, que el Consejo de Administración de Logroño Deporte, SA, ha adoptado tras tener en cuenta lo establecido en los artículos 162 y siguientes del Real Decreto Legislativo 2/2004 de 5 marzo, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, en cuanto a la elaboración de los estados de previsión de ingresos y gastos así como los programas anuales de actuación, inversión y financiación para su aprobación por el Consejo de Administración y posterior consolidación con el del propio Ayuntamiento, junto con la presentación de la memoria económica financiera de dichos estados de la empresa municipal Logroño Deporte, S.A, por parte de su Presidente, Gerente y Gestor del Presupuesto de Deportes con fecha 9 de noviembre de 2017.
El presupuesto del gasto corriente de Logroño Deporte, SA, para 2018 será de 10.075.080 €, destacando dentro de las partidas de ingresos los: 5.028.000 € en prestaciones de servicios para abonados. La partida de gastos es idéntica en cuantía a la de gastos 10.075.080 €, siendo los de mayor importe con 4.739.015 € en trabajos con otras empresas y con 1.262.000 € en suministros. Descendiendo la cifra total en 134.220 euros ya que en 2017 en presupuesto ascendió a los 10.209.300 €.
Dentro del capítulo de inversiones los 193.000 € presupuestados por Logroño Deporte, SA, para este 2018 se ejecutarán en mejorar la eficiencia energética en iluminación; en la renovación del sistema de telegestión Update 2.0, en obras de ampliación de las salas de musculación y polivalente en La Ribera, en obras de ampliación de las salas de musculación de Las Norias, para la ampliación de la sala musculación y climatización de Las Gaunas, para suelo deportivo de nuevas salas en Lobete y Las Norias; para la adquisición de equipos informáticos y accesorios, para inmovilizado Intangible y desarrollo de programas informáticas; y para actuaciones en distintas instalaciones.
Ignacio Ara, investigador del Department of Biomedical Sciences que forma parte y es miembro del Copenhagen Muscle Research Center (CMRC), ha realizado un proyecto que ha conseguido unir los esfuerzos de la universidad y las administraciones (Gobierno y Ayuntamiento) para profundizar en los efectos que la actividad física tiene en los niños y los cambios que provocan el crecimiento, el ejercicio, la nutrición y el desarrollo.
En 2008, constató que los niños que hacían actividades extraescolares (3 horas a la semana) eran capaces de tener composiciones corporales más saludables, tanto en masa muscular como masa grasa. Había diferencia en cómo tenían por dentro el cuerpo, especialmente en la grasa visceral, la más perjudicial para la salud.
Tras recabar los primeros datos, hicieron un seguimiento a los niños y tres años después repitieron las pruebas. Los que seguían siendo activos (o seguían sin ser activos), confirmaban lo visto anteriormente. Los activos disminuían la asociación entre su grasa y su cuerpo, al tiempo que los otros la aumentaban. "El efecto específico de mantenerse activo hacía que acumularan menos grasa".
Esto llevo a Ignacio Ara a desmontar un mito. ¿Quiénes son los niños que más comen? Otro profesor de la Universidad de Castilla La Mancha detectó que eran los que más se movían. “La obesidad infantil, hasta ahora, se afronta diciéndole al niño que no coma tanto y haga algo más de deporte. Y eso puede llevar a perder peso de donde no es”, explica, preguntándose si el tratamiento que reciben los niños obesos es el adecuado.
¿Dieta? ¿Consejos nutricionales? ¿Actividad física? ¿Quién proporciona ese tratamiento? ¿Cómo se lleva a cabo? ¿Dónde se realiza la Actividad Física? ¿Esa Actividad Física está adaptada a las característica de los niños obesos (adherencia)?
Entonces, puso en marcha su pequeño proyecto con una duración de tres meses, dos días a la semana y 90 minutos por sesión. Los padres comenzaron con dudas la experiencia de sus hijos, donde había actividades variadas (juegos aeróbicos, fuerza, piscina…) con un ritmo medio superior a las 150 pulsaciones por minuto. Además, en la dieta, consejos generales. Y un punto importante, distribuidos en grupos donde su condición física era similar.
Los resultados al mirar la báscula, después de tres meses de entrenamiento, reflejaron que sólo habían bajado entre medio kilo y un kilo de media. Pero este dato era engañoso en un primer vistazo. Su composición corporal sí había cambiado significativamente: la masa grasa bajó más de 1,5 kg y la masa muscular creció 1,3 kg. Su cuerpo era diferente, su salud mejor y habían perdido parte de la grasa más perjudicial (la del tronco)
La actividad física aumentó el gasto energético, bajó el sedentarismo y esto también les llevó a un control del peso. ¿Y qué pasaba con el apetito? En los tres meses, también se logró influir en los comportamientos de los niños a la hora de comer descontroladamente y se reducía comer en exceso frente a situaciones de estrés emocional, junto con cambios positivos en la composición corporal.
"La característica natural del ser humano es el movimiento. Y para moverse, no necesita nada más que su cuerpo. No le pongamos tantas barreras". Es la afirmación que realiza José Antonio Casajús Mallén, especialista en Medicina de la Educación Física y del Deporte, para apuntar que el ejercicio físico también es medicina: "Es una frase muy bonita, pero todavía tiene poca penetración en el campo sanitario".
Entre sus objetivos está incluir el ejercicio físico en los tratamientos médicos, la prevención primaria y secundaria, así como en los planes de estudio de los estudiantes de medicina y profesiones sanitarias (esto último más a largo plazo). Casajús cree que la prescripción del ejercicio físico debe partir desde un diagnóstico y eso lo debe realizar el personal sanitario. A partir de ahí, debe haber unos profesionales que sepan desarrollar ese cuadro de recomendaciones.
"Hay que diferenciar con claridad la actividad física y el ejercicio físico", resalta este catedrático de la Universidad de Zaragoza y presidente de la Red española de Investigación en Ejercicio Físico y Salud, más interesado por la segunda parte que por la primera: "Ahí sí que hay una individualización, una estructura, un objetivo y un diagnóstico. La actividad física es una recomendación que hace cualquiera como dejar de fumar o salir a andar".
Su idea es hacer que las personas se muevan un mínimo de 30 minutos al día (a partir de los 18 años), aunque el efecto también sería mínimo sobre la salud si no se realiza algo más. Hay una relación de dosis-respuesta.
Entonces, argumenta Casajús, se debe realizar una prescripción de ejercicio físico como si fuera la de un medicamento. Pongamos un ejemplo de lo que intenta emular con los paréntesis de lo que sería la receta deportiva: recetamos un ibuprofeno (caminar) de 600 miligramos (3-5 kilómetros sin pendiente) tres veces al día cada ocho horas (cinco días a la semana) durante una semana (40 minutos por sesión durante tres meses).
Antes de eso, argumenta el experto en medicina deportiva, se debería hacer una valoración de la actividad física del paciente hasta utilizar herramientas sencillas, rápidas y eficaces para prescribir ejercicio físico en la dosis adecuada para la prevención y tratamiento de patologías crónicas. Por último, proporcionar un listado de programas, lugares y profesionales que ofrezcan al paciente la oportunidad de llevar a cabo la prescripción de ejercicio físico indicada. Pueden ser centros deportivos municipales, parques, centros hospitalarios...
"Logroño y La Rioja es un buen lugar para iniciar la chispa de crecimiento en el ejercicio físico: es llano, no muy grande…", relata, al tiempo que aconseja utilizar los avances tecnológicos para monitorizar, dirigir y dar resúmenes de la actividad realizada: "Hoy, todo el mundo tiene un smartphone".
Da igual la edad, su estilo de vida, peso… la actividad física disminuye la mortalidad en un 30%. A pesar de que pudiera haber una lesión corriendo, tiene más beneficios que desventajas. El problema en el deporte popular es cuando se entra en la intensidad. No hace falta mucha preparación para correr diez kilómetros, pero sí para hacerlos en 35 minutos”, concluye, rematando que los deportistas olímpicos son gente rara porque tienen otra genética: "No tienen que ver con el resto de la población. No hay que fijarse en ellos, aunque todavía no está marcada la dosis que pudiera ser tóxica. Lo que sí está claro es que hay un mínimo".
La evolución humana nos ha llevado, explica Manel González, licenciado y Doctor en Medicina y Cirugía, a contar con una adaptación genética orientada hacia la actividad física: los "genes ahorradores metabólicos", que aprovechan todo lo que ingresamos en cuanto a comida. "Estamos preparados para que un músculo utilice energía (el ser humano es una máquina diseñada para el movimiento) y, si no lo hacemos, acumulamos grasa", detalla.
Hemos pasado de ser genéticamente activos a pasivos, destaca, señalando que esto también ha generado en otros problemas en cuanto a patologías crónicas porque la población está cada vez más envejecida, hay más obesidad y menor actividad física que en los inicios de la humanidad como tal, cuando eran cazadores y recolectores.
Una vez sabemos esto, plantea el jefe de la Unidad de Medicina del Deporte Xarxa Santa Tecla Sanitària i Social de Tarragona, podemos concluir que la inactividad física está relacionada con otros problemas como las enfermedades cardiovasculares o pulmonares. Por ello, se debe poder cuantificar el ejercicio físico en intensidad, tiempo y volumen (de forma objetiva en ‘mets’) para conocer cuánta energía consumimos al hacer determinadas actividades: hacer una carrera suave, por ejemplo, resulta un gasto cinco veces mayor a estar sentado.
"En función de la edad y el sexo, tenemos una previsión de capacidad física y, cuanto más somos capaces de generar energía, la mortalidad es menor", clara, poniendo el acento en que si metemos en la ecuación las patologías crónicas, el riesgo de muerte de las personas que tienen actividad física es mucho menor y que si lo clasificamos con el índice de masa corporal, este es menos influyente: "Importa más la actividad física que el peso o sobrepeso".
Como se puede calcular la intensidad y el volumen de la actividad física, enfatiza el doctor Manel González, podemos utilizar el ejercicio físico como fármaco para determinados problemas. Primero necesitamos un diagnóstico y saber si el paciente es susceptible de adaptarse a este programa, aunque no es el mismo para todos.
Este depende de muchos factores como su nivel de actividad (deporte profesional, deporte de élite, deporte de competición, deporte recreacional, sedentarismo) o su problema (obesidad, HTA, dislipemias, diabetes, asma, disnea, estudios de crecimiento, cardiopatías, cáncer…).
Este modelo de "prescripción de fármacos" que pretende implantar Manel González sería similar a ir al médico porque te duele la cabeza: igual que cuando te recetan un ibuprofeno vas a una farmacia a comprar, lo mismo con el ejercicio físico. Tenemos que generar 'farmacias' para que las personas vayan con su programa específico realizado por niveles o por patologías.
"Habrá que darle una 'receta', que sería un informe médico, para realizar la actividad física", explica, apuntando que el tratamiento sería un consejo de actividad física y una prescripción de los ejercicios a realizar mediante consejos breves, educación individual o grupal, interconsultas con especialistas (médico del deporte) y, en un punto más alto, derivación a programas de ejercicio físico saludable.
Hay una falsa creencia al unir el sobrepeso y el sedentarismo como un mismo problema, pero en realidad se consideran dos factores totalmente diferentes. ¿Y el que mayor incidencia tiene sobre la mortalidad en el mundo? Segunda falsa creencia. La falta de actividad física está por delante de los kilos de más en la báscula, ocupando el cuarto lugar.
Y es que la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de padecer enfermedades no transmisibles (ENT), como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes, según explicó el director de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD), José Luis Terreros.
En una conferencia pronunciada en las jornadas 'El movimiento es salud, recétalo, dispénsalo', Terreros señaló que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado un mandato a varias instituciones para que desarrollen recomendaciones a implantar sobre los ejercicios a realizar en la prevención de enfermedades: "Siempre es mejor hacer algo que no hacer nada, ya que no hay un mínimo de actividad física ni un máximo fijado".
"Los niveles de evidencia", relató este doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense, han indicado a lo largo de los últimos años que la actividad física mejora el estado muscular y cardiorrespiratorio de las personas, al tiempo que reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, diferentes tipos de cáncer (como el cáncer de mama y el de colon) y hasta la depresión.
Además, en el caso de las personas mayores, reduce el riesgo de caídas y de fracturas vertebrales o de cadera; y es fundamental para el equilibrio energético y el control de peso. Los datos son algo tranquilizadores. "El porcentaje de práctica deportiva, al menos una vez semanal, entre personas de los 15 a los 65 años, se ha duplicado en los últimos veinte años del 27 al 54%", destacó Terreros, poniendo el acento en que el sedentarismo desciende en España a un ritmo del 2,5% anual.
El director de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte apuntó que un estudio ha concluido que, si cada año se consiguiera hacer caminar una hora tres veces a la semana a 100.000 españoles que ahora son sedentarios, se reduciría la mortalidad anualmente un 17% y esto acabaría revertiendo en un ahorro de 60,4 millones de euros para las arcas del Estado.
Por tanto, concluye, la actividad física también es una inversión que se debe impulsar desde la Administración, aunque todos deben poner su granito de arena.
Y para muestra de los grandes beneficios a todos los niveles, el programa de salud de Mahou: los trabajadores que contaban con un programa de actividad física con las directrices de la OMS tenían el 50% de bajas menos que los sedentarios y su riesgo cardiovascular también era menor. A la empresa le costaba 220.000 euros y tenía un impacto sobre las bajas de 630.000 euros en ahorro (una rentabilidad del 188%).